Introduccion

Introducción

Brota el alba, aunque el Sol se halla velado por los muchos nublados que amenazan con convertir las rondas en barrizales. El maestrante cabalga por las afueras del pueblo de Constantí, por una angosta ronda rodeada de pinos piñoneros que no permiten dejar ver más allá de escasos pasos, cuando la rama de uno de ellos le da con fuerza en el pecho y lo derriba de la montura.
El hombre se alza dolorido del piso de tierra, se sacude el polvo de su abrigo cuando de la enramada surgen tres individuos. Dos de ellos portan sendas pistolas de chispa y el tercero, adornado con aretes en los lóbulos y pañoleta a la cabeza, un verduguillo con el que amenaza al maestrante. Lo de la rama era una artimaña para derribarle y desvalijarle.
El hombre alza las manos, es probable que se trate de asaltadores y solo deseen hacerse con la bolsa de los reales que esconde en las alforjas. Con las manos en alto, amenazado por las bocas de las pistolas, se deja registrar, pero parece que los salteadores no encuentran nada de su agrado. Un cuarto individuo se aproxima por el camino, portando por las riendas la montura del jinete que se había alejado después de perder a su amo. Cuando alcanza la posición de sus compinches, lanza al de los aretes las alforjas que porta el asaltado sobre la bestia. El bandolero rebusca en el interior de los talegos y finalmente parece que ha encontrado lo que anda buscando, una bolsa repleta de monedas y un cartapacio con unos pliegos. En silencio asiente y hace una seña a sus compinches.
Uno de ellos apunta al apresado y dispara su pistolón, pero el individuo, que permanece con los brazos en alto, es joven y muy ágil. Sortea la bala en un quiebro casi imposible, a la vez que de debajo de su sobretodo, extrae un sable de su vaina que coge por sorpresa a los bandidos y con el que de un mandoble certero, amputa el brazo al segundo que le encañona con la insana intención de descerrajarle un tiro y saltarle la tapa de los sesos.
El hombre se vale del instante de confusión de los cuatro asaltantes por su ágil acción y los gritos desesperados del que acaba de perder el brazo para emprender la huida por entre la breña. Los estampidos de las pistolas se atienden a su espalda. Un enorme frío golpea su espinazo y uno de sus remos, le han alcanzado y cae al suelo.
Atiende una voz lejana que incita a los bandoleros a darle caza. Sin fuerzas y desesperado se deja caer por un terraplén, por el que rueda sin freno hasta el borde de otro camino que se halla al pie del monte, mientras oye los pasos de sus perseguidores, que pronto le van a dar caza.
Un perro, con la rabadilla en movimiento se le acerca curioso a husmear, pero él no puede menearse, siente un fuerte dolor en la espalda y en la pierna. La vista se le nubla, es consciente de que va a perder el conocimiento.
La voz lejana de un crío se mezcla con el vocerío de sus perseguidores y el estampido de las armas.
—¡Belmonte!, no te separes del camino.
Pero el can no atiende la orden de su pequeño amo y prorrumpe en un feroz ladrido al escuchar como varios hombres descienden por el desmonte.
—Lluís, deja a Belmonte, y ponte detrás de la mula.
Es la voz de Mingo, el padre del pequeño. Acaba de juntarse con su hijo que ha salido a recibirle después de que el hombre anduviera toda la noche con su cuadrilla, hostigando a los franceses, algo habitual en aquellas fechas entre somatenes.
—¡Pere, Oriol, Arnau! —Llama a los de su partida— Los trabucos, que todavía no hemos acabado la faena. 
—Por ahí descienden dos tipos con pistolas —Señala Pere con su trabuco.
Mingo, con el rostro serio mira hacia lo alto del cerro y hace callar a Belmonte, luego, vigila que su hijo se encuentre al abrigo de la mula.
El can enmudece al instante y va a cobijarse donde Lluís, su pequeño amo.
Los guerrilleros descabalgan de sus monturas y se arriman al bulto que se adivina entre la maleza, se trata de un hombre joven, y todo señala que los que bajan por el terraplén quieren espicharlo después de haberle desplumado y herido. Pere le abre el sobretodo, debajo se distingue la casaca con charreteras de un capitán del ejército español, aunque no sepa distinguir el cuerpo al que pertenece.
—Mingo, este tipo es un soldado, y los de arriba, parecen de la embrolla[1].
Mingo se aproxima al militar, juzga que todavía está vivo, pero debido a las heridas que presenta, no por mucho tiempo, mastica algo que lleva en la boca y escupe en el suelo.
Los cuatro somatenes se llevan el trabuco a la cara, y apuntan hacia los que descienden, que al verlos han detenido su bajada de golpe.
Los estampidos de las armas provocan que los pájaros levanten el vuelo. Dos cuerpos caen a tierra y ruedan por el desnivel. Oriol se les acerca, logra su perica de entre la faja y hace su trabajo, esos ya no se menean.
—Por arriba asoma otro. ¿Lo cazamos? —Inquiere Pere a Mingo.
—No. —Niega con la cabeza— Quizás haya mas gente emboscada y mi crio está aquí. Cargar al soldado sobre mi mula, parece que todavía respira.
—Morirá antes de que entremos en el pueblo.
—Si lo dejamos aquí, esos cabrones acabarán con él.
Los guerrilleros cargan con el soldado y lo colocan sobre la mula. Desde arriba el tipo de los aretes en las orejas aprieta los dientes. Se lleva las alforjas al hombro y abandona el lugar mientras los somatenes se acercan al pueblo de Constantí con el moribundo.




[1] Partida de afrancesados que asolaban el Camp de Tarragona.


10 comentarios:

  1. Querido Amando. Por la lectura, veo como has cambiado la presentación de tu novela. Bueno es darle vueltas para,luego, escoger la mejor opción.
    Estás trabajándola mucho y eso quiere decir que tienes mucho interés en ella.
    Seguro que acertarás. Un abrazo.- MAGDA R. MARTÍN (Xanino)

    ResponderEliminar
  2. Hola Xanino: Cierto, le he dado varias vueltas y todo gracias a vuestros consejos. Ahora tiene una trama que creo engancha desde la primera página. Cuando la tenga más avanzada, que calculo será para finales de este mes, te la enviaré. Espero tener ya unas 300 páginas para que me des tu opinión.
    Un beso

    ResponderEliminar
  3. Amando, ya tengo ganas de tener la obra en mis manos.
    un besote
    maribel

    ResponderEliminar
  4. Maribel, confío en que no tengas que esperar mucho, aunque yo todavía tengo bastante trabajo por delante, jajaj. Un beso.

    ResponderEliminar
  5. El inicio me parece bien, lográs que el lector se imagine la escena y eso es importante, supongo que más adelante los personajes serán más identificables. Repito esto promete.J.R.

    ResponderEliminar
  6. Cierto JR, que me imagino eres Juanra. Es una introducción breve, posteriormente los personajes se desarrollan a medida que avanza la historia.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. Estoy deseando leer "La guerra del frances" haber si termino las q tengo empezadas, como el sexto sol, tengo tres a la vez, pero quiero leerla, creo que como novela histórica va a ser un boom, suerte amando te la mereces y ademas por q eres muy bueno en todo lo q escribes, siento una envidia sana tremenda.

    ResponderEliminar
  8. Decididamente, y después de la auténtica agonia que estoy sufriendo intentando leer sin atragantarme el última del irreverente y zafio Perez reverte, me ofrecen mas atractivo estas simples lineas de introducción. Como ya te conozco, sé que nos trasladarás a la época con un detalle y una descriptiva ecelentes, y, como te dije, espero este libro con auténtico interés.
    Sabes que no soy dado a lisonjas gratuitas, pero vas bien, amigo, vas bien. Llévanos a esa época de sufrimiento y heroicidad y no te metas mucho con la ciudad que ya sabes, je,je... Un saludo.

    ResponderEliminar
  9. joe, perdon por las prisas, el es la, y ecelentes ( madre mia las prisas ).
    Saludos

    ResponderEliminar
  10. Jajaja. Carlos, pronto te la enviaré para que la revises y me comentes. Voy ya por unas 330 páginas y la tengo a puntito. Verás que todo ha cambiado y de eso que comentas, nada de nada. Ahora he descubierto un nuevo manuscrito que recrea el ambiente de la ciudad, así que tengo que retocar alguna cosilla pero es por tema del escenario, la trama sigue para adelante. Espero que te guste.

    ResponderEliminar

Vídeo presentación