sábado, 20 de noviembre de 2010

Historia de las conspiraciones en Tarragona, 1811 (7ª entrega)

Una gran vergüenza.

Siempre he creído que el ejército está para proteger a la población civil, pero parece que los gobernantes de Tarragona durante el asedio y asalto de 1811 por las tropas de Suchet, pensaban de forma distinta.
Se encontraban reunidos los generales de la plaza en consejo de guerra, esperando la ayuda del ejército exterior que había agrupado el marqués de Campoverde, cuando recibieron un oficio de la Junta del principado que decía: Se insta a que, con el mayor calor a que, atendida la terrible situación en que se halla la plaza expuesta por necesidad a sucumbir por la falta de socorros exteriores, y por la toma de los puntos exteriores que afiancen su defensa, salvar la valiente guarnición reuniéndola con el ejército exterior.
El mismo día 28, cuando los franceses habían tomado el arrabal y se dirigían hacia las ramblas, donde se encontraba la segunda linea de defensa, el general Senén de Contreras, no se si influenciado por el oficio de la Junta o por otros motivos, toma la decisión de salvar la guarnición abandonando a los civiles a su suerte.
Calculaban que los franceses, a partir de las cinco de la tarde empezarían el asalto y la entrada a la ciudad, por eso, creyendo que todo el ejercito enemigo estaría concentrado en las ramblas, decidieron abandonar la plaza por la puerta del Rosario situada al noroeste de la plaza, (las ramblas se encuentran situadas al sur). Se ordenó que la guarnición abandonara la plaza de forma escalonada, dividida en tres secciones. La primera compuesta por 1500 soldados mandados por el coronel Don Antonio Roten. La segunda sección compuesta de 2000 soldados, comandados por el coronel Don Juan Courten, a cuya espalda debía marchar el estado mayor en pleno con los utensilios de guerra y equipajes. Y la tercera compuesta por 2900 soldados y 400 granaderos, como retaguardia, comandada por el coronel Andrés Aguiaguirre. Éstos últimos debían esperar hasta que los franceses entraran en la plaza para huir por la puerta del Rosario.
Pero las cosas no salieron como estaban previstas. Los franceses entraron antes de tiempo, provocando una deserción en masa y un caos total. Algunos, finalmente intentaron la huida por la puerta de San Antonio, para tomar el camino Real de Barcelona, pero allí les esperaban los soldados franceses y fueron apresados, salvo los civiles que fueron ajusticiados.

De todo esto me pregunto por qué Sénen Contreras no rindió la plaza. Por qué según explica el coronel Andrés Equiguirre recibía los emisarios franceses para su rendición a fusilazos. Si lo hubiera hecho, hubiera evitado el asesinato indiscriminado de mas de 3000 civiles, hombres, ancianos, mujeres y niños, todos degollados y pasados a cuchillo. 

Es anecdótico que el general Contreras tuviera preparada una carta indicando a Suchet, cuando ellos debían de haberse fugado por la puerta del Rosario, que tratara a los heridos y a los civiles de forma humanitaria, de risa, ¿no creéis?

Suchet apresó a Contreras, que cayó herido en las escaleras de la catedral y le recriminó su fea acción al no rendir la plaza. 

Los soldados franceses, arengados por sus oficiales y su general, cometieron las mas viles atrocidades jamás pensadas con la población civil de Tarragona




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