Manel Mas

Es el corregidor del consistorio de Constantí y en esas fechas, sargento de somatenes. Los habitantes de la villa lo eligieron como alcalde porque es el único que sabe leer y sumar. De pequeño una criada que trabajaba para su padre en la masía que tiene en el pueblo le enseñó a leer y escribir y las cuatro reglas básicas. Así que Manel se defiende con los pliegos y las cuentas lo suficiente para desenvolverse como corregidor, aunque ese no es su principal negocio durante estos días. 

En el pueblo se distribuyen por cuadrillas de a cuatro cuando salen a por los franceses. Él se encuentra al mando de los de Constantí, donde Mingo y los suyos, con Pere, Enric y Oriol salen cuando los bronces de la iglesia llaman a somatén. Mingo y Manel son grandes amigos, no en vano les ha unido los constantes asuntos que les han llevado a formar una partida conocida en la plaza de Tarragona por su valor frente al enemigo. Manel será uno de los pocos que acompañe a Mingo, junto con Pere para solventar su otro negocios, el del Jerezano, pero eso ya lo iréis descubriendo más adelante, solo deciros que en una de las incursiones que realizaron en la posada del bandolero que utilizan como guarida, lograron hacerse por casualidad, pues su negocio era otro, con unos pliegos sumamente valiosos escritos por Ramón Llobet, el alfayate que utilizaba su negocio para vender y comprar información. Ramón Llobet, antes de perecer en el incendio de su sastrería había escrito el nombre del traidor que habita la plaza. Ahora todos van detrás de esos pliegos y los somatenes no entienden nada de nada, hasta que Manel decide leer su contenido.