martes, 23 de noviembre de 2010

Jordi, el Mellado


Jordi es nuestro narrador. El vivió el asedio de una forma muy particular. Fue de los pocos supervivientes al asalto. Estuvo encerrado en la catedral durante tres días junto a otras ocho mil personal. Aquellos tres días jamás se le olvidarán de la memoria. Fue testigo de como las tropas de Suchet sacaban a la mujeres de la catedral y las violaban una y otra vez. Una de ellas, fue violada por más de ochenta franceses, al final, encontró la muerte. Fue testigo de horrores que jamás la mente humana pudo concebir. Como decapitaban a un crío y ensartaban su cabeza en una lanza, como saqueaban la catedral, como asesinaban y degollaban a los hombres, como eran pisoteados por los cascos de los caballos, como los que buscaron aquel refugio, fueron mutilados salvajemente. Hacinados durante tres días, sin alimentos, sin comida, sin ropa, completamente desnudos, los franceses entraban en la catedral como el matarife entra en el corral para matar a un cerdo.
Pero gracias a él conocemos aquel horror. Jordi era hijo de Montse. Montse tenía un figón en la calle Mercería, todo el mundo lo conocía como el figón de la viuda. Sus amigos eran Josep María, el joven pescador del arrabal y Adriá, un mozo de quince años como él, que vivía en Reus. Con sus amigos vivirá terroríficas aventuras y todo, absolutamente todo, nos lo contará capítulo a capítulo, incluso el por qué le conocen como el mellado y por qué ahora, después de seis décadas, se ha decidido a contarnos la historia de los héroes de 1811

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Vídeo presentación