El capitán Stiletto Caliani pertenece al 7º regimiento de italianos que permaneció en la plaza durante todo el tiempo de ocupación. Es un hombre sanguinario, encargado de los registros de las casas y de la gendarmería exterior que comanda el asesino Ramón Cirer, conocido como El Rajolér. A Caliani le gusta beber absenta y contemplar como sus hombres cuelgan a los miembros de los brigants desde los balconcillos del convento de la Merced, que se encuentra extramuros. Su lema es: "Fare tutte le male cose"
Caliani ha logrado organizar una extensa red de confidentes que colaboran con él, denunciando las actividades de la resistencia. Pero ahora, tiene un verdadero problema. Sus soplones aparecen acuchillados cada mañana por alguna travesía de la ciudad, manchando con su sangre los empedrados de las correderas y el imbécil del comisario, Emile Moreau, se muestra incompetente para descubrir al asesino de su red de espías.
Caliani siente una especial atracción por María, una prostituta que ejerce en el figón de la viuda, pero María es una mujer peligrosa que juega en los dos bandos y no soporta a ese criminal, su corazón pertenece a Andreas, el pintor.
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